La ciudad alemana de Hamburgo es una de las visitas más interesantes que se puede realizar en un fin de semana.
Si bien es demasiado grande para visitarla en un día, un fin de semana puede servir para dar una vuelta por la ciudad, hacer compras por el centro, pasear junto a la orilla del Río Elba o disfrutar de la noche del barrio de St Pauli. Además, siempre se puede disfrutar de la oferta cultural del Museo Kunsthallen, la ópera, divertirse en los clubes nocturnos o asistir a un buen partido de la liga de fútbol alemana.
Es muy fácil llegar a Hamburgo desde Copenhague. El tren es probablemente el medio más rápido de llegar. Desde la estación central de la capital danesa hay cuatro conexiones diarias con Hamburgo vía Puttgarden y, además, hay un tren nocturno que realiza el recorrido por la península de Jutlandia.
Desde la propia Jutlandia, además, hay varias conexiones diarias que parten desde Aarhus y Esbjerg. El billete es quizá un poco más caro que el de los autobuses de Eurolines, pero si se viaja en otoño y se compra el billete con antelación, hay una oferta de los ferrocarriles con el llamado Sightseeing Billet en la que el precio se reduce a la mitad hasta las 451 coronas ida y vuelta. El tiempo de viaje aproximado es de cuatro horas y media.
Incluso el primero de estos trenes sale desde la estación de Malmoe. Para quien quiera tomar otras conexiones desde Suecia, debe hacer transbordo en Copenhague. Varias de las líneas internacionales de autobuses que pasan por la capital danesa continúan su trayecto por Suecia, con lo que tienen también paradas en Malmoe y otros puntos de la región.
Por supuesto, entre ambas capitales existen también buenas conexiones aéreas, aunque algo más caras que las alternativas terrestres.